CONTRATAPA
Ayotzinapa es la historia de lo imposible, el nombre del horror, pero también el de la reacción ante lo intolerable. La noticia de los ataques a los normalistas, con su saldo de muertos y desaparecidos, despertó una corriente de indignación dentro y fuera de México que rompió el estado general de indiferencia y puso freno a la impunidad organizada por el gobierno de Peña Nieto. Los gobiernos estatal y federal hicieron correr información falsa e inventaron una versión de los hechos que ocultaba la participación de sus funcionarios al tiempo que trasladaba la responsabilidad a las víctimas. Contra estas mentiras fue escrito Una historia oral de la infamia.
John Gibler llegó a Ayotzinapa con el propósito de investigar los hechos a pocos días de ocurridos. El resultado es un relato construido enteramente de testimonios, con la fuerza narrativa de una novela, y la potencia política de una verdad para todos necesaria.
FRAGMENTO
Carlos Martínez, 21, estudiante de segundo año.
Yo soy de un municipio parecido al de Tixtla, en la región de la Costa Grande de Guerrero. Es un lugar muy bonito, tiene ríos, tiene lagunas. De un tiempo para acá se ha comenzado a urbanizar un poquito más, lo que ha generado varios problemas. Pero aun así, pues, la esencia del pueblo y de la gente continúa. Yo soy el segundo de tres hermanos. Tengo una hermana mayor, una hermana menor y yo soy el segundo. Vivo con mi mamá. Hace varios años que mi papá se fue de la casa, así que era mucho muy difícil quizá lograr aspirar a otra carrera.
Cuando iba en la secundaria comencé a trabajar por las tardes. Me iba a trabajar a un taller mecánico, trabajé en una ferretería, trabajé en una taquería. Todo para tratar de sostenerme los estudios, porque era muy complicado para mi mamá, sola, atender a tres hijos. Después de mucho esfuerzo, logré obtener una beca y fui a estudiar a Acapulco cuando terminé la preparatoria. Ahí estuve un año estudiando contabilidad, pero era muy caro, porque tenía que pagar colegiatura, tenía que pagar libros, tenía que pagar renta, tenía que pagar comida, transporte público, proyectos y un montón de cosas, y era demasiado complicado sostenerme de una beca. Y al final pues escuché de la escuela de aquí, de Ayotzinapa, y me vine, me vine para acá esperando poder tener mis estudios, que es lo que siempre he querido.
AUTOR/A
John Gibler es un periodista independiente que vive en México desde 2006. Escribe artículos y reportajes sobre política nacional y regional. Se graduó en la London School of Economics. Ha colaborado en diversos medios impresos estadounidenses y mexicanos, como Left Turn, Z Magazine, In These Times, Common Dreams, Yes! Magazine, ColorLines, Democracy Now!, Milenio Semanal y Contralínea. Es autor de To Die in Mexico: Dispatches from Inside the Drug War [City Lights, 2011; Morir en México, Oaxaca: Sur + Ediciones, 2012] y colaboró en el libro País de muertos: crónicas contra la impunidad [Debate, 2011].