CONTRATAPA
Hubo un tiempo en que las políticas de izquierdas estuvieron cerca de monopolizar la fantasía política. Eran los conservadores los que defendían el statu quo y apelaban para eso a La Realidad, mientras que las corrientes críticas pugnaban por aproximarse a un futuro imaginado como mejor. Actualmente, el capitalismo cibernético y los sectores políticamente alineados al neoliberalismo han tomado la iniciativa sobre el futuro, proveyendo imágenes, relatos, aspiraciones, construyendo auténticas utopías de mercado.
“Primero necesitamos explorar el terreno de la imaginación hoy. Necesitamos separar las manifestaciones actuales de los sueños, estudiar los espectáculos contemporáneos y entender cómo los modernos fabricantes de sentido común canalizan estas dinámicas. Entonces, podremos comenzar a imaginar cómo los deseos populares podrían ser expresados de otras maneras y a través de medios diferentes”. Evitando el rechazo arrogante tanto como la aceptación sin más de la cultura de mercado, Stephen Duncombe propone un tercer enfoque: apropiarse, cooptar y, lo más importante, transformar las técnicas del capitalismo en herramientas para el cambio social.
Reconciliarse con los sueños y las ensoñaciones para recuperar su potencia, no solo para las tareas inmediatas del hacer político sino, sobre todo, en pos de alimentar visiones a largo plazo. No obstante, esas visiones ya no pueden remitir a las vetustas modalidades de la política progresista y revolucionaria de los siglos XIX y XX. Deben nacer de nuevas formas de soñar: colectivas, participativas, dinámicas, sin pretensión de congelar el tiempo histórico. La utopía ha muerto, hagamos posibles las posutopías.
FRAGMENTO
“Si el progresismo, más que ignorar, va a enfrentarse al terreno fantasmagórico de la política, necesitaremos aprender de quienes mejor crean espectáculos: los arquitectos de Las Vegas, los diseñadores de videojuegos, los directores publicitarios y los productores y editores de los medios de comunicación de celebridades. Esto no significa adoptar técnicas llamativas para ayudarnos a hacer publicidades sexys para causas progresistas (aunque esto no dañaría). Significa mirar con profundidad el interior del núcleo de estos y otros espectáculos populares, para intuir con exactitud qué los hace tan populares”.
“Si el progresismo, más que ignorar, va a enfrentarse al terreno fantasmagórico de la política, necesitaremos aprender de quienes mejor crean espectáculos: los arquitectos de Las Vegas, los diseñadores de videojuegos, los directores publicitarios y los productores y editores de los medios de comunicación de celebridades. Esto no significa adoptar técnicas llamativas para ayudarnos a hacer publicidades sexys para causas progresistas (aunque esto no dañaría). Significa mirar con profundidad el interior del núcleo de estos y otros espectáculos populares, para intuir con exactitud qué los hace tan populares”.
“Si el progresismo, más que ignorar, va a enfrentarse al terreno fantasmagórico de la política, necesitaremos aprender de quienes mejor crean espectáculos: los arquitectos de Las Vegas, los diseñadores de videojuegos, los directores publicitarios y los productores y editores de los medios de comunicación de celebridades. Esto no significa adoptar técnicas llamativas para ayudarnos a hacer publicidades sexys para causas progresistas (aunque esto no dañaría). Significa mirar con profundidad el interior del núcleo de estos y otros espectáculos populares, para intuir con exactitud qué los hace tan populares”.
“Si el progresismo, más que ignorar, va a enfrentarse al terreno fantasmagórico de la política, necesitaremos aprender de quienes mejor crean espectáculos: los arquitectos de Las Vegas, los diseñadores de videojuegos, los directores publicitarios y los productores y editores de los medios de comunicación de celebridades. Esto no significa adoptar técnicas llamativas para ayudarnos a hacer publicidades sexys para causas progresistas (aunque esto no dañaría). Significa mirar con profundidad el interior del núcleo de estos y otros espectáculos populares, para intuir con exactitud qué los hace tan populares”.
AUTOR/A
Stephen Duncombe es profesor de Medios y Cultura en la Universidad de Nueva York. Autor de más de seis libros y creador y editor de dos sitios web de código abierto: OpenUtopia y Actipedia. Fundó el Centro para el Activismo Artístico.
ARTE DE TAPA
Joaquina Parma